Un tour por las Chabolas de Bombay en la India o las Fabelas de Rio de Janeiro en Brasil cuesta entre 600 y 1200 pesos; está de moda en el mundo realizar “Turismo Realidad”o Turismo de Barrio que cumple con un doble cometido: generar empleo entre los habitantes de la comunidad y pacificar las zonas, por eso no dudo que su implementación en la CDMX sea un éxito.

Solo hay un elemento inevitable para que este segmento turístico fructifique; presupuesto para capacitar a todos los habitantes del barrio que se inscriban y financiamiento para la promoción del producto turístico, porque los atractivos o rutas seguramente sobrarán en los diferentes barrios del oriente de la ciudad.

En el primer mes que se implementó el Turismo de Barrio en Comando Vermelho Brasil, tuvo casi cinco mil visitantes, se dieron a la tarea de crear 30 productos turísticos, una escuela de samba, una galería de arte local y mostrar lo que la mayoría de los turistas deseaba; ir al lugar donde Michael Jackson filmó su video “They don´t care aout us”.

En la Ciudad de México, están luchando contra viento y marea para implementar el Turismo de Barrio, lo hacen para diversificar el turismo en la metrópoli e integrar a la sociedad de la zona oriente a la dinámica turística. La Secretaría de Turismo de la CDMX que dirige Carlos Mackinlay hace esfuerzos titánicos para dinamizar este segmento; hasta el momento organizan recorridos turísticos como el que llevan a cabo por calles de Vizcainas y Regina, aunado a un festival gastronómico en la Central de Abasto.

Los visitantes a la Ciudad de México tendrían otro opción más en el Turismo de Barrio pero si desean trascender hay que invertir en promoción, capacitación y desarrollo de producto turístico. No hay de otra.

@ElCastorOficial