¿En qué momento, la demanda de una empresa especializada en energéticos puede crear caos en el sector turístico mexicano? Todo concuerda, cuando la bifurcación de ambos temas, se reduce a un mismo dueño.

Esta historia comienza así: La compañía estadounidense Monterra Energy, inicia la construcción de una terminal de almacenamiento de combustible en Tuxpan, Veracruz –el año pasado ya presentaba un avance del 50 por ciento- entre sus planes, proyectaban transportar 2.2 millones de barriles; iban tan avanzados en el negocio que ya había sido contratado el 80 por ciento de la mercancía por Repsol y Total.

Todo se derrumbó el lunes 13 de septiembre del 2021, cuando la Comisión Reguladora de Energía (CRE) clausuró la operación de la terminal de Monterra Energy, con el argumento de no cumplir con “la norma específica en materia de importación para embarcaciones nacionales” la empresa de Houston aduce que contaba con toda la documentación en regla que a nivel internacional se solicita.

Aquí es donde empieza a complicarse todo; Monterra está preparando una demanda contra el gobierno mexicano por 667 millones de dólares, cantidad que habían invertido hasta que les frenaron el proyecto. Esto ya se comunicó a la Secretaría de Economía y en caso de no llegar a una negociación, se van a juicio.

¿Porqué sería mejor que llegaran a un acuerdo financiero? Simplemente; en medio de todo este proceso hay intereses turísticos, que en caso de no resolver el problema de la demanda, podría afectar la llegada de visitantes de Estados Unidos. ¡Descubramos el telón! Resulta que la propietaria de Monterra se llama KKR & Co, compañía de inversión global con sede en Nueva York, administradora de activos variados a nivel global y entre otras cosas, fueron los que, a través de Hyatt Hotels Corp, compraron el año pasado… ¡Apple Leisure Group! Con todo y sus 33 mil habitaciones de hotel.

Estamos hablando que son el grupo empresarial turístico, que más estadounidenses trae a los destinos vacacionales mexicanos, y que a la hora de las resoluciones -ya sea a favor o en contra- mantendrán sus propiedades basadas en el país, a la expectativa. De entrada se prenden las alarmas entre los inversionistas internacionales porque genera desconfianza el trato que ha dado el gobierno mexicano a Monterra. Desconocemos el final de esta trama, ya que las decisiones en este país dependen solo del presidente y de cómo se levante de humor.

@elcastorviajes