Riu Hotels tributaba sus ganancias en Irlanda a través de su filial Stiva General Partnership. ¿La razón? Así eludía obligaciones fiscales onerosas, mientras en España tienen que pagar un 25 por ciento sobre los beneficios, en Dublín solo desembolsan 12.5 por ciento. La historia dio un vuelco cuando la Agencia Tributaria del país sede de la familia Riu les requirió el pago de casi 77 millones de euros por los ejercicios fiscales del 2011 al 2014.

Es sabido que Irlanda representa una seductora base para miles de empresas extranjeras que se ven beneficiadas por el bajo cobro de impuestos -comparado con el de sus países- un caso que sirve para ejemplificar lo que el empresario y politólogo Simón Levy propone para que México “deje de ser una fachada fiscal turística”.

Desde la perspectiva de Levy -esto tendría que aplicarse mediante una Reforma Fiscal Integral- tenemos que lograr ser más competitivos que los paraísos fiscales e incentivar a los empresarios del ramo para repatriar las ganancias. Según una investigación que hizo la OCDE en conjunto con el G20, descubre que las pérdidas son del orden de los 100 mil a 240 mil millones de dólares al año a nivel mundial por los impuestos que las empresas dejan de pagar en sus países de operación.

La coyuntura está puesta para introducir ideas como las de Levy; el gobierno en este momento tiene más gasto, obligado por sus programas sociales, pero en el balance sus ingresos son menores, de continuar esta dinámica, el objetivo alterno de recaudación se va a dirigir hacia segmentos donde no se afecte el bolsillo o la sensibilidad de la población. Al reducir impuestos a las ganancias turísticas se hace más atractivo nuestro país, solo hay que cabildear inteligentemente la propuesta.

@ElCastorOficial