Pareciera que el COVID-19 también genera afonía entre los políticos, porque han sido pocos los que han levantado la voz con medidas serias ante la pandemia. Cierto; es un tema polémico y en la sugerencia, pueden enfrentar intereses de los mismos ciudadanos.

Por eso llama la atención, que la senadora Sylvana Beltrones, exhorte a la Secretaría de Salud para que soliciten pruebas de PCR -con resultado negativo- a turistas nacionales y extranjeros, que ingresen a México.

La propuesta de la legisladora va encaminada -según comenta- en aplanar la curva de contagios e implementar medidas de seguridad sanitaria al entrar al país. Aunque el exhorto es moralmente correcto, ya que ataja la propagación del virus; los tiempos de legislación e implementación, no funcionarían para el momento crítico que atravesamos.

De aprobarse una ley, sería en el siguiente periodo y para ese entonces -el número de contagios quizá estarían reduciéndose- pero sí afectaría comercialmente, la temporada alta, donde los destinos nacionales reciben el mayor número de turistas extranjeros.

Cabe recordar, que México, aún con el casi cuarto de millón de decesos por SARS-CoV-2, está siendo copiado en sus medidas laxas por los destinos turísticos que son competencia, solo que ellos cuentan con presupuestos de promoción y campañas agresivas para atraer turistas. Contra eso, no podemos echarnos atrás.

Analicemos el ejemplo de Quintana Roo: los restaurantes y bares presionaron a las autoridades para ampliar el horario de operación. El gobierno estatal tratando de otorgar, sin relajar medidas, sugirió -fuera de ser obligatoria- solicitar prueba de vacunación o prueba negativa de COVID. Esto parece muy sencillo, pero complejo de operar.

De entrada: algunos hoteles todo incluido, decidieron -para su beneficio- cortar el servicio de bar en ciertos horarios “por la medida del gobierno”; otros más, decidieron pedir las pruebas (ya sea de vacunas o la negativa de COVID) al momento del check in ¡cuando la ley no lo establece! Hay mucho ruido en la comunicación.

¿Hasta donde logró avanzar el gobierno del estado? En emitir decretos, basado en las facultades que la ley le otorga a las Secretarías de Salud y Fiscalización. Pero solo lo han aplicado para modificar horarios, condiciones para venta de alcohol, cerrar oficinas públicas, cierre de avenidas, la obligatoriedad del uso de cubrebocas en áreas públicas entre algunas medidas.

Pero cuando se actúa en medio de una severa crisis como esta pandemia, la información de nuevas medidas, regularmente se aplican desde la óptica propia, para no de no dañar sus intereses o mañosamente para aprovecharse del momento.

De aprobarse una ley que exija una prueba PCR para entrar al país, sería ya muy tarde y contraproducente para las finanzas de la Industria Turística de México. Ahora sí que “no me defiendas compadre”.

@elcastorviajes