La tierra de la Corregidora, está lejos de ser la máxima productora de vino; dedican al cultivo de la uva 600 hectáreas, es decir, 5 veces menos que Baja California, entidad que produce el 73 por ciento del vino nacional, para el que utilizan 3200 ha. Pero, con todo y eso, Querétaro tiene el primer lugar nacional, en el número de visitantes relacionado con una región vitivinícola, recibiendo a 1 millón de turistas al año. ¡y hay algo más!

Historia, le sobra a la entidad que hoy gobierna Mauricio Kuri; se cumplen 500 años desde que los españoles plantaron la primera vid, precisamente en esa zona, de todo el continente americano. Después de 5 siglos cargados de esfuerzo, prohibiciones y desarrollo, ahora pueden enorgullecerse de crear más de 300 etiquetas de esta bebida y ser el principal productor y exportador de vino espumoso en México; pero, faltaba cerrar el círculo virtuoso y no iban a quedarse ahí.

Nos tenían preparada una sorpresa y es digna de admiración: la creación del primer Clúster vitivinícola del país; más allá que los productores queretanos son un ejemplo como empresarios, acostumbrados a trabajar en equipo y que ese estado ya tiene una tradición en la creación de Clústeres (Aeroespacial, Automotríz, Médico, etc) este modelo de organización obliga a sentarse a la mesa y de manera periódica a la industria del vino, al gobierno en los diferentes niveles con la cooperación de la Academia. Y van un paso adelante ¡ya traen la tarea de certificar el Clúster!

Todo ese trabajo, más el reconocimiento con el distintivo del nuevo Napa Valley mexicano por parte de la Guía Internacional Especializada Travel Lemming, viene a sumarle credibilidad a Querétaro como destino turístico: “9 de los 18 municipios de la entidad integran una gran ruta enoturística, con 250 hoteles que suman 5 mil habitaciones, ofreciendo el mejor maridaje con 11 queserías artesanales y múltiples experiencias de viaje, esto potencializa otros segmentos como el de negocios y el de bodas” comenta entusiasmada Mariela Morán, secretaria de Turismo de la entidad.

Después de toda la estructura diseñada para el vino queretano, vienen varios retos: para el 2028 aumentarán un 60 por ciento la superficie de viñedos y crecerán un 10 por ciento anual la producción de vino en el estado, además, pensando en la sustentabilidad, buscan que beneficie a los trabajadores del campo, ofreciendo empleos de alta especialización con sueldos competitivos.

La historia de este “Pequeño Gigante del Vino” no concluye aquí, tu puedes darle el final deseado una vez que visites Querétaro y vivas la experiencia enoturística.

@elcastorviajes