El mundo está dejando de comprar la idea que, donde se instale un desarrollo turístico, llegará por arte de magia la evolución económica y el bienestar de la sociedad. La pandemia mostró el rostro infame del Turismo y la experiencia dicta que, si el gobierno y los empresarios quieren salir adelante, es solo con el colectivo que habita un destino.
Gobernanza y Sostenibilidad son vitales para creer que el Turismo cuenta con alma y rostro para evolucionar. Esto es parte de la idea que propone Lebawit Lily Girma al analizar el turismo inter pandemia en su artículo “Las comunidades ya no son espectadores en los viajes” para las megatendencias de Skift.
En los últimos años, el término Turismo venía teniendo un desgaste por la “Turismofobia” -principalmente en Europa- pero la palabra perdió más brillo con el Covid-19; la percepción de muchos lugareños al ver a un turista fue alarmante, veían en los visitantes a potenciales transmisores de SARS-CoV-2. Pero hay más; los ciudadanos de muchos destinos, culpan a los viajeros del tráfico de drogas, o de problemas como la escasez de agua o el exceso de basura.
¿Cómo volver a creer en el Turismo? Lebawit Lily Girma considera que se debe contar con la opinión de los residentes, adoptar el enfoque de “locales primero” en la gestión del Turismo, porque en el corto plazo ellos con su compromiso darán una “licencia social para operar” a empresarios y gobierno en el desarrollo de su comunidad como de las empresas turísticas.
Me preocupa algo de México; observo que en destinos como Acapulco, Cancún o Vallarta -por poner algunos ejemplos- las críticas hacia el gobierno y los empresarios, van incrementando y subiendo de tono. Lo mismo rechazan el arribo de un crucero que la construcción de un hotel. Lo peor es que no veo señales de acercamiento y diálogo desde la Iniciativa Privada y las instancias gubernamentales con las personas que viven en una comunidad para construir esas relaciones. Es un gran trabajo de comunicación, además de INCLUSIÓN de los habitantes de un destino.
Hay muchas ideas para involucrar a los residentes de los destinos turísticos que están realizando en países como Panamá, donde capacitan a los pobladores para convertirlos en proveedores de experiencias turísticas desde sus barrios, con estrategia y presupuesto de cientos de millones de dólares. Más que dar discursos vacíos, resaltando los “infiernos de marginación” sin elaborar una estrategia, en otros países van a la acción para involucrar a sus ciudadanos, logrando que el Turismo sea un ascensor social.
¡Seguro que se puede en nuestro país!
@elcastorviajes.