Desde el 21 de noviembre de 2017 durante la presentación de los Lineamientos Generales del Proyecto de Nación 2018-2024 del presidente López Obrador; apareció en las páginas 109 y 110 la propuesta sobre la creación de la Policía Turística: “…este nuevo cuerpo de seguridad tendrá su propia identidad pero estará adscrito a la Policía Federal”.
En 2019 el mismo mandatario de la nación mandó a desmantelar a la Policía Federal pero la idea de una corporación de seguridad turística adscrita a la Guardia Nacional, persiste. Sabía de la permuta, Alfonso Romo quien fue designado coordinador general de los lineamientos y Claudia Sheinbaum como titular del eje: Comisión de Política y Gobierno que incluía la temática de seguridad.
Esto explica que Sheinbaum Pardo, ya como Jefa de Gobierno, fuera sensible al tema, y solicitara la creación de un cuerpo de seguridad especializado en el turismo, que a un año y ocho meses de instaurado en la CDMX, ha demostrado con hechos y cifras, su institucionalidad.
Hoy más que nunca, urge una Policía Turística; el país está dando una impresión endeble en seguridad pública y seguridad sanitaria, y todo se complica con la desaparición de los mecanismos de cabildeo para la ablución de su imagen y estrategias de fortalecimiento de Marca País, que antes ejecutaban el CPTM y ProMéxico.
“Actualmente, una percepción puede ser falsa, pero las consecuencias siempre son ciertas” comenta Peter Tarlow un experto en impacto del crimen y el terrorismo en la Industria del Turismo a nivel global. Y no debemos dejar pasar que una vez que se controle la pandemia, la competencia de destinos del mundo será muy agresiva, todos saldrán con bolsas millonarias en promoción, a ganar turistas y México carece de fondos para ello, pero si tenemos una mejor percepción de seguridad, podríamos equilibrar las decisiones de viaje.
La Organización Mundial de Turismo (OMT) también establece la necesidad de seguridad turística a partir de su Código de Ética propuesto en 2001. Se puede leer en su artículo primero, párrafo 4, donde señala: “las autoridades públicas tienen la misión de asegurar la protección de los turistas y visitantes y de sus bienes”.
Los tiempos parecen ser los ideales para hacer realidad la idea que aparece en los Lineamientos Generales del Proyecto de Nación 2018-2024. Hasta la materia gris ya está probada en la CDMX a través de Manuel Flores Sonduk, el Director General de la Policía Turística de la Ciudad de México, un estratega capacitado, quien en pocos meses logró reducir los actos delictivos en un 60 por ciento en el área de Polanco y Polanquito. Con similares resultados en Acapulco cuando dirigía ese cuerpo de seguridad especializado en el puerto guerrerense.
La Policía Turística no se crea porque un país sea inseguro, sino para promover lo seguro que es.
@elcastorviajes