Eso solo representa el colofón de cientos de arbitrariedades que en nombre de la necesidad -por el momento crítico que estamos pasando- vienen practicando algunas agencias de viajes, quizá una clínica de exámenes clínicos, ciertos hoteleros, un puñado de restaurantes y antros, más uno que otro transportista.

La historia que le dio la vuelta al mundo fue esta: “44 argentinos contagiados por COVID-19 en Cancún”. La noticia relatada era que 44 jóvenes argentinos que festejaron su fiesta de graduación en Cancún, fueron detenidos a su regreso, en el aeropuerto de Buenos Aires por dar positivo a la prueba de COVID-19.

Los primeros culpables del caso -solo señalados, difícilmente se actuará legalmente- son la Agencia de Viajes de Argentina que desde hace muchos años, organiza paquetes para graduados a bajo costo en Cancún, que incluye alojamiento en habitación cuádruple, antros, alcohol y por temporada, hasta la prueba de detección del COVID-19 con resultado negativo que exige la aerolínea para regresarlos a su país de origen.

Segundo señalado en el caso: el laboratorio de análisis que sin estar reconocido por Cofepris, acepta coludirse con la agencia de viajes argentina para que todos los jóvenes abordaran con prueba negativa al avión.

Tercer señalado: el hotel. En cualquier otra circunstancia se aceptarían 4 personas en una habitación. Pero en tiempos de pandemia es un insulto a la inteligencia actuar de manera mezquina. El cuarto protagonista que está en la mira son los antros, bares y restaurantes que evaden protocolos con tal de tener clientes sin restricciones. Y para encontrar el quinto malo, basta con ver actuar a las autoridades municipales, estatales y federales que son ineficientes a la hora de implementar la ley.

¿Turismo? Tiene mucho que hacer, pero poco que ver con el problema, hasta que las leyes no le otorguen facultades con las que puedan actuar de manera determinante.

Lo que viene es complejo: Argentina recomendó evitar los viajes al exterior por motivos no esenciales. Este ejemplo que nos cierra mercados emisores, lo pueden imitar varios países mas, con tal de proteger su economía con el turismo doméstico y también evitar riesgos sanitarios.

También se abre un momento de análisis severo: ¿Qué está haciendo el Consejo de la Diplomacia Turística para contrarrestar los malos comentarios que estamos generando en el mundo por el contagio de los 44 argentinos en Cancún? Ya en serio paren esa broma y construyan algo eficaz.

@elcastoroficial