Los aeropuertos de Cancún, Puerto Vallarta y Los Cabos reciben en conjunto al 60 por ciento de pasajeros internacionales al país. Y desde el domingo 6 de junio los electores de estos municipios, han decidido -sin ponerse de acuerdo- uniformarlos con los colores del partido Morena.

En Benito Juárez Quintana Roo -donde se ubica Cancún- fue reelecta Mara Lezama por el partido guinda, aunque no viene del sector, su conocimiento del turismo es amplio, maneja información diariamente de un municipio eminentemente turístico. Además su oficio como periodista local le heredó un gran bagaje sobre el tema.

Puerto Vallarta Jalisco votó y llevaron a que se alzara con el triunfo el profesor Luis Michel del partido Morena. Michel es licenciado en Administración de Empresas, popular porque durante 42 años fue docente del CBTis, ex panista y creyente del Turismo, ha comentado que ese destino se debe a los visitantes y como tal se le debe apoyar.

Otro profesor fue elegido en Los Cabos Baja California Sur; se trata de Oscar Leggs, un político que inicia en el PRD bajo el padrinazgo de la familia Agúndez Montaño de la influyente asociación política “Grupo Los Cabos” y luego brinca al Movimiento de Regeneración.

Desde hace meses, Leggs viene trabajando con sus asesores para algunas propuestas y entre las sugerencias turísticas destaca: fortalecer campañas de difusión del destino, crear una Dirección de Cinematografía y ordenar la pesca deportiva entre otras.

Con más o menos experiencia en el sector, el trio de presidentes municipales morenistas de los tres destinos de México que más turistas internacionales reciben, tienen frente a sí, todo un gran reto, primero que sus municipios cuenten con los servicios básicos y trabajen de manera eficiente, pero falta algo más trascendental.

Morena carece de un verdadero plan estratégico Turístico, una propuesta basada en sus principios y filosofía. Que trasciendan más allá, de lo que el destino viene haciendo, un proyecto disruptivo que siga los lineamientos que repite a diario el presidente.

Deben ser creativos para traducir lo que dice el primer mandatario y lo que hacen muchos países de izquierda en Europa. Bien estructurada y operada la idea, puede surgir un buen modelo (porque los municipios si tienen poco o regular presupuesto) y sus ciudades se convertirían en laboratorios de ese nuevo plan.

Atención nada más; para que funcione, tienen que participar los empresarios turísticos, gobiernos en sus tres niveles -que además son del mismo partido, por lo menos en Baja Sur- y sociedad en su conjunto. Con esta nueva coyuntura surge la oportunidad de ser protagonistas del cambio.

@elcastorviajes