“Nos dijeron, ¡cierren! Y cerramos” “Que está prohibido pisar las playas, ¡lo acatamos!” “Necesito habitaciones para los médicos y personal de salud, ok nosotros colaboramos” Estas son exclamaciones de algunos hoteleros del país con los que he conversado en la última semana. 

Pero hay una frase en el que todos coinciden: “la implementación de protocolos biosanitarios, vino a impactar las finanzas de nuestras propiedades”. En esto, la mayoría no se queja, porque es el remedio para contrarrestar el dramático Covid-19, pero es una realidad que los ahoga.

“Todos estamos muy ocupados en que nuestros huéspedes disfruten de su estancia en un ambiente seguro y ofrecerles certeza durante el viaje, pero igual de importante es que nuestros colaboradores estén cuidados, y para ello hay que invertir” me comenta Angelica Angon Gerente General de Secrets Huatulco y Dreams Huatulco.

 

Explica Angón que en sus instalaciones no solo cumplen con lo que marca la Cofepris o el gobierno municipal o estatal, sino que van más allá, con estándares establecidos por la compañía AM Resorts que dispuso seguir los protocolos CleanComplete Verification.

Me tocó constatar los cuidados desde que llegamos al Secrets; sanitizan maletas, teléfonos celulares, carteras, cuidan la temperatura e higiene del cliente, nadie se salva de portar cubrebocas, posteriormente en la habitación nos informan que todo está desinfectado y que tuvieron que retirar algunas amenidades de riesgo.

“Evidentemente la implementación de los nuevos protocolos trae consigo una fuerte inversión en comprar los productos de desinfección, la nebulización que se hacen en las diferentes áreas, el uso de equipo de protección personal, las pruebas de detección del Covid-19 a nuestro personal cada quince días, pero que crees…cuando se hace por conciencia y de corazón, siempre hay una compensación” comenta la Gerente General. 

La recompensa a la que se refiere Angón es a los ahorros en sus centros de consumo o restaurantes. “Existe un efecto que considero positivo; con los buffets asistidos, se ha reducido considerablemente el desperdicio, las mermas, ya que los comensales solo se sirven lo que se van a comer, las porciones son más racionadas y esto en muchas ocasiones ha logrado compensar la inversión de las necesidades en el cumplimiento de los protocolos durante la contingencia” comparte Angelica Angon. 

@ElCastorOficial