¡No lo podía creer! Viendo las imágenes, pensé que los japoneses practicaban harakiri colectivo al convivir en masa durante la floración de los cerezos o Sakura, sin ninguna protección en plena pandemia de coronavirus. Pero mi asesora asiática me contuvo con una expresión: “No te preocupes, se sienten seguros por el honor”.

Me comentó que el país del sol naciente tiene una particularidad digna de estudio donde su piedra angular es el honor. Para ellos es un honor hacer las cosas perfectas por el bien del sistema y que redunde en beneficio para los demás. El honor lo es todo y ese capital cultural les permite vivir la pandemia sin confinamiento obligatorio. 

Desde nuestra cuarentena en México, me dio envidia observar la convivencia de los japoneses debajo de los cerezos floreciendo, simulando una nube en blanco y rosa que para ellos va más allá de una festividad de primavera; es la celebración por renacer y también el emblema de los guerreros samurái. 

Tienen honor pero también estrategia organizada por cuadrantes; subdividieron sus distritos en una amplia red de inteligencia artificial que cuenta con toda la información de la población conectada vía teléfono celular y por medio de éstos, daban seguimiento a los ciudadanos infectados por Covid-19 -tienen prohibido apagar o cortar el GPS- eso les posibilita localizarlos y saber con quienes convive la persona enferma de coronavirus, además de hacer estadísticas en tiempo real que les permite tener el pulso del problema. 

Aunque es muy temprano para hacer un balance de los resultados del país gobernado por Shinzó Abe, ahora se, que el sentido del honor no les permitiría arriesgar a los suyos y sobre todo a los más longevos pues cuentan con la población mayor de 65 años más alta del mundo.

Esto lo tomo como una clase magistral; lo que venga en el turismo debe estar cargado de conceptos y acciones ligadas al honor, solo así viajaremos a pasos firmes. 

@ElCastorOficial