“Necesitamos ayuda” “No tenemos teléfono” decían unos letreros improvisados, que fueron captados a través de una ventana del Hotel Hampton Inn de McAllen, Texas. Más tarde se supo que eran niños migrantes detenidos para ser deportados, lo que es peor, ya ha pasado más de un mes y las cadenas hoteleras se lavan las manos.

Las investigaciones han develado que son los hoteles Hampton Inn & Suites, propiedad de Hilton y algunos otros de Marriot International Inc. Y Choice Hotels International Inc. ubicados en Phoenix Arizona, El Paso, San Antonio, Houston y McAllen Texas, donde se han mantenido detenidos por días y hasta semanas al menos a 700 menores de edad.

La respuesta de las cadenas hoteleras ha exacerbado a la opinión pública; por ejemplo, Hilton al principio comunicó que los establecimientos implicados son franquicias y que finalmente “se han usado para su propósito pretendido” ¡hospedar clientes!. Mientras que uno de sus operadores se disculpó, expresando que no sabía que se usarían niños. Cuando la presión de la sociedad aumentó, Hilton salió a decir que esperaban que en sus instalaciones rechacen actividades que utilicen un hotel de esa manera.

De manera descarada, estas cadenas hoteleras quieren vernos la cara, porque todos los hoteles saben la identidad de las personas que se hospedan en sus instalaciones, máxime cuando entran adultos acompañados de niños. En el entendido de que son temas sensibles, por los secuestros y la explotación sexual infantil.

La administración Trump también se exculpa; porque a través de ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, por sus siglas en inglés) subcontrata a varias empresas privadas para transportar y albergar a los detenidos, como CHS y MVM; las cuales rompen con los protocolos establecidos, privando a los menores de sus derechos, sin acceso a abogados, impidiendo el uso de teléfonos, atención médica y varias temas más que por justicia les corresponden.

Si las cadenas hoteleras implicadas en este caso no trascienden este tema para incluirlo en sus protocolos de seguridad y prohibir definitivamente -no solo sugerir- que se usen sus instalaciones para detener pequeños, estarán pagando muy cara su soberbia.

@ElCastorOficial