Depende; entre Guadalajara y Puerto Vallarta, “hay un mar de diferencia”, mientras la capital jalisciense aparece con un 84.6% de percepción de inseguridad -es decir, alto- el principal destino de sol y playa de la entidad aparece con 39.4% en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que realiza INEGI.
Ayer el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, insistió que la incidencia delictiva en la entidad que gobierna, estuvo debajo de la media nacional; comentó que ocupa el lugar 18 de todo el país, respecto al número de carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes.
Los incidentes que más afectan a los jaliscienses son: Robo a vehículo, tercer lugar a nivel nacional y ha repuntado en los últimos 4 meses; Robo a transeúntes, tercer lugar entre todos los estados de la nación, con tendencia a la baja y Robo a negocios, cuarto lugar en el ranking de México.
“Afortunadamente, el crimen organizado ha respetado la plaza” me responde mi contacto en Puerto Vallarta cuando le cuestiono sobre la seguridad en el destino. Es más, la sensación de lugar seguro da confianza al viajero, ya que en junio superaron el volumen de llegadas de turistas al aeropuerto de Vallarta, superior al que se alcanzó en el mismo mes del año 2019.
La violencia en el estado se mantiene, ocupan el quinto lugar en cuanto a homicidios dolosos por entidad federativa en la presente administración, solo por debajo de Guanajuato, Baja California, Estado de México y Chihuahua; con todo y que en Jalisco se han construido 30 cuarteles de la Guardia Nacional.
Para que viajes con precaución, estos son los cinco municipios con mayor incidencia delictiva en el estado: Guadalajara en primer lugar, Zapopan en segundo sitio, enseguida San Pedro Tlaquepaque, luego Tonalá y termina con Tlajomulco de Zúñiga. Como te habrás dado cuenta, son todos de la zona metropolitana.
Jalisco tendría que preocuparse -desde el punto de vista turístico- más, por lo que viene en la post-pandemia. Hoy son de los estados afortunados por el “Revenge Travel”; los seres humanos estamos hartos del confinamiento, que al viajar no importa, ni la violencia en el destino ni las restricciones por el semáforo epidemiológico. Llegan ansiosos por salir simplemente.
En la vuelta a la “nueva normalidad” necesitarán un verdadero trabajo de “limpieza de imagen” de sus destinos y promoción de ellos. Hacia el exterior sufren el mismo fenómeno mundial de cualquier entidad o país: pueden estar trabajando la seguridad de excelente forma en la mayoría de sus municipios, pero si tienen una minoría con índices delictivos por arriba del 80 por ciento, la percepción negativa se generaliza en todo el estado.
@elcastorviajes