Pasaba de casualidad por las oficinas de SECTUR CDMX, ubicadas en Nuevo León 56 y vi que bajada de una camioneta Jaime Salazar, presidente de Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (COMIR) enseguida descendió de su automóvil a toda prisa Rafael García presidente de los hoteleros de la ciudad de México; eso no podía perdérmelo y me escabullí al segundo piso.

Estaban los protagonistas del turismo de la otrora región más transparente; llegaron los líderes de los diferentes sectores a una reunión convocada por quien está al frente de la materia turística, Carlos Mackinlay, quien a la vez invitó a la Secretaría de Salud que esa noche estuvo representada por el subsecretario Dr. Juan Manuel Castro; la idea era sencilla: dar información sobre el coronavirus, pero no fue fácil. 

Lo complejo no fue la explicación sencilla y sobria del Doctor Castro que mostró un informe capaz de dar calma al auditorio, lo espinoso del asunto es que cada uno de los ahí presentes ya iba “infoxicado” de las noticias a las que está expuesto todo el tiempo y por ende reacciona con sus percepciones, esa es una de las ventajas-desventajas de la era de las redes sociales.

Cuando llegó el momento de las preguntas, saltaron dudas de todo tipo; desde la sensación de que en el aeropuerto no hay filtros para evitar la propagación del virus, también pidieron una fecha de normalización de la vida social hasta eliminación de impuestos para apoyar a la industria restaurantera o un fondo de apoyo para los hoteleros como en el 2009 que entregó el gobierno a los hoteleros.

El secretario Mackinlay moderó la sesión de cuestionamientos, conoce a todos, se refiere a ellos por sus nombres y trató de resolver con celeridad las dudas sobre el tema, de los otros puntos pidió otra reunión o los direccionó a otra ventanilla. 

Lo mejor de la noche fue dar información oficial y recalcar que solo la secretaría de Salud es la autoridad competente para informar, dictaminar o decidir sobre las medidas a tomar en torno al coronavirus. Por coincidir con el argumento, en la presente Suite Presidencial no emití ningún comentario que pudiera sumar a la montaña de confusión.

Pero si sería interesante para eventos como el que se está presentando, designaran un Ombudsman especialista en el tema, independiente del gobierno, para evitar que un tema de salud se politice como hasta ahora, donde cada ser humano, dependiendo de sus filias y fobias políticas se vuelve experto en epidemias. 

@ElCastorOficial