No puedo escribir de otra cosa; la emoción me gana, ha sido una dura y vergonzante espera de 23 años, 5 meses y 23 días. Hoy solo vienen a mi cabeza imágenes del triunfo de ayer; de como levantaron la copa Chuy Corona y Cata Domínguez, del gol de “Cabecita Rodriguez”, y sobre todo del festejo merecido de miles de aficionados eufóricos por todo el país.
Me hice aficionado al equipo de fútbol Cruz Azul, siendo muy pequeño, no cumplía ocho años y leía las notas del ESTO, siempre con un día de retraso, porque mi vecino no podía compartirme el periódico deportivo hasta que su padre lo terminara de leer. Sabía que en esa familia eran americanistas, y solo por llevarle la contraria, le empecé a ir a los azules.
Decir que jugaba, es mera referencia, porque siempre fui de los últimos que escogían a la hora de la “cascarita”, pero de tanto insistir, fue en la prepa donde el entrenador confió en que podía ser portero, hasta el límite de sacarme algo de estampa y acompañar desde la banca a la selección juvenil de mi institución.
¿Y todo este cuento que tiene que ver con el Turismo? En el calvario que significa seguir de cerca al sector turístico en los últimos tiempos; apostando que por fin vendrían la evolución y transparencia que todos los turisteros esperaban y hasta el momento han sido puras decepciones.
Soy de los que pensó que con un “conocedor” en la materia, eliminaríamos la “curva de aprendizaje” y ¿Qué pasó? SECTUR tiene a un entrenador -valga la analogía- en la figura de Miguel Torruco y hasta el momento no ha ganado una sola, llegó para ser protagonista y se convirtió en un espectador de la desaparición de las instituciones que soportaban los apoyos para el Turismo.
Creí fielmente que en este sexenio -por su perfil- crearían una revolución de la Industria sin chimeneas, para aportar un gran proyecto de Turismo Social basado en estructuras de sostenibilidad; no hay creatividad y por ende siguen pensando en hacer lo mismo que en el pasado pero sin los apoyos de antes.
La desilusión viaja en tren, lentamente se va acabando; los fanáticos del sector turístico no ven equipo, ni argumentos para salir a ganar, todo se va en discursos, en falsas expectativas, trazan soluciones antiguas en un campo de juego que se desplaza a gran velocidad. ¿Cuándo llegará el día en que SECTUR gane un partido? Cuando equipo y seguidores se pongan la misma camiseta.
@elcastorviajes