En el plano Federal, existía la ilusión que la Cámara de Diputados generara mayores equilibrios; de esa manera, la cúpula empresarial turística podría negociar propuestas que desde el principio del gobierno del presidente López Obrador, no han tenido eco. Aunque avanzan ligeramente PAN y PRI, no les da para ser el fiel de la balanza.

Ahora bien, el mapa regional se pinta de guinda -con resultados del PREP de las 5 de la mañana- y entidades con oficio turístico como Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit pasarían a ser gobernadas por candidatos del partido Morena. Cada Estado merece análisis aparte para calcular los pros y contras pero habría que esperar resultados finales.

Derivado de las cifras que se observan en el PREP, todo apunta a que los ciudadanos dan una segunda oportunidad al presidente -quien aún puede presumir buenos índices de popularidad-  pero esta vez la población entrega su confianza a cambio de resultados y aquí es donde entra el Turismo.

El sector de la sociedad que se dedica a la Industria sin Chimeneas no ha percibido una sola estrategia desde la federación que los apoye o beneficie, ahora es tiempo de presionar con argumentos y planes factibles para que Andrés Manuel López Obrador les ofrezca la mano y logren trabajar en conjunto. Esta es la posición más optimista.

La parte más oscura de la realidad no deseada es que el presidente, desde su despacho en Palacio Nacional, endurezca su posición y su discurso para acotar -aún más- a la Secretaría de Turismo y que este ejemplo se vea reflejado en los estados que acaba de ganar.

En lo inmediato se esperaban cambios en el gabinete, pero con los resultados de la presente elección, el presidente aguantará a mover sus piezas del tablero político hasta el siguiente año. Uno de los cambios que se rumoraban, era la llegada del gobernador Jaime Bonilla a SECTUR, pero sinceramente; ¿El presidente estima tanto a Bonilla como para desestabilizar a su equipo?

La reflexión que deja el proceso electoral que acaba de pasar para el sector turístico, es pensar en un trabajo con desarrollo sostenible, operadas desde la unidad del sector y siendo más protagónicos en la vida política del país.

Explico primero: ya no se pueden crear empresas turísticas sin dejar de lado a la  sociedad, hay que integrarlos, para que todos salgan beneficiados y así no se la cobren en las votaciones. Segundo: urge hacer equipo entre el sector turístico, hay muchas ideas que no llegan a trascender por falta de unidad del sector (todos quieren ser generales y nadie tropa). Tercero: ya no se puede ser espectador en una elección, el sector turístico tiene que operar como protagonista; formar y apoyar a sus líderes para que gobiernen con mentalidad turística, de otra forma confórmense con lo que hagan otros.

@elcastorviajes