Desde el punto de vista turístico podría definir al 2019 como un año de “estira y afloja”. Los principales actores en la materia no se acomodaban a las nuevas medidas adoptadas desde el gobierno federal y querían seguir los rituales de sexenios anteriores, con las consecuencias que vivimos a lo largo de 12 meses: “mucho ruido y pocas nueces”.

Enero parece ser el principio de un nuevo modelo en el que todos pueden participar, sin regatearle autoridad al Turismo; como ejemplo traigo el tema del CPTM, ante su eliminación se propone el Consejo de Diplomacia Turística en el que participan SECTUR y Secretaría de Relaciones Exteriores, pero eso no es todo; desde la Iniciativa Privada le toca a CONCANACO SERVYTUR crear el Centro Empresarial de Promoción Turística (CEPT) y si le sumamos el nuevo modelo de Visit México más las estrategias de los Fideicomisos y Consejos estatales, aunado a lo que prepara ASETUR en este tema, lo transforma en un paquete muy poderoso.

También este principio de año ha permitido conocer que, con voluntad y diálogo, las cosas pueden cambiar, ahí está el caso de las Ferias Internacionales: al final SECTUR solicitó casi 20 millones de pesos para cubrir una parte de los pisos en varios eventos del extranjero, lo que era indiscutible a principios del año pasado, se pudo cambiar por el mes de noviembre. Esta decisión permite abaratar costos a los estados del país y logra mayor empatía con el secretario Miguel Torruco.

En el balance de resultados a un año se advirtió que las estructuras turísticas son más fuertes de lo que se pensaba, los vaticinios del caos se desvanecieron y están siendo cambiadas por alianzas estratégicas. Este es un buen momento para que participen todos enfocados en una sola meta llamada México, hay mucho que hacer.

@ElCastorOficial