Hace un año la Organización Mundial del Turismo (OMT) nos daba la buena noticia de la llegada de turistas internacionales, éstas habían aumentado 6 por ciento en todo el mundo y permitía alcanzar en el planeta 1400 millones de turistas, dos años antes de lo previsto por la OMT en 2010.

Pero la noticia más fría de San Petesburgo -lugar de la 23ª Asamblea de la OMT- fue que el aumento de las llegadas está volviendo a su tendencia histórica -misma que habían pronosticado el año pasado- de 3 al 4 por ciento para todo este año. La causa es una afectación en la confianza de las empresas y los consumidores.

La situación globlal incide de manera más directa en los destinos que no están arropados por estrategias con las que países más poderosos turisticamente están accionando; llámele promoción, cabildeo y relaciones públicas para la contención de la percepción de inseguridad, presencia organizada en las grandes ferias turísticas, capacitación y una política turística definida.

México es de esas naciones que resulta vulnerable a cualquier exabrupto social o económico, tanto doméstico como del exterior y ese fue uno de los elementos que describen la caída de 0.25 por ciento anual en el primer semestre, baja que no sucedía en una década.

Hay más “focos rojos en el tablero”; de acuerdo con Oxford Economics en su último análisis del Índice de gestores de compra global, advierte que en octubre alcanzó un nuevo mínimo en el año, cercano a los mínimos en las dos desaceleraciones anteriores de la última década.

¿Que podría ayudar a la economía mundial según Oxford Economics? El estímulo político, la estabilización de las tensiones comerciales (China-Estados Unidos) y el fortalecimiento de algunos mercados emergentes. Si aplicamos localmente la receta, podríamos aliviar nuestro turismo. ¡Pero urge!

@ElCastorOficial